Nº103 - Invierno 2023
Portada y editorial de la Revista Literaria “Mapuche”, correspondiente al mes de junio de 1982 , editada en la ciudad de Huinca Renancó (Córdoba); en sus comienzos de forma artesanal.
El periodismo en Huinca Renancó
El periodismo huinquense, tiene sus albores allá por los años 1914-15 con la aparición de las primeras gacetas circulantes entre la población.
Son algunas de ellas: “El Eco”, “Nuevos Rumbos”, “Cultura”, “El Eco de Huinca”, y otros.
A partir de 1960, hasta nuestros día, comienza a gestarse una nueva época en la historia del periodismo local. Es un época de cambios … el gran adelanto tecnológico influye con el correr del tiempo sobre las estructuras generales de los periódicos. Se manifiestan ideas y proyectos nuevos; pero siempre perdura el ideal impuesto por sus pioneros: el de mancomunar y difundir nuestra cultura.
Somos testigos esenciales de esa época; hacemos mención de los periódicos: “Atalaya” (1962), “Pregón” (1978), y des las revistas “Promoción” (1969), “Actualidad” (1974), los cuatro han dejado de editarse.
Renancó
Sesenta y siete años han transcurrido; fiel reflejo auténtico y natural de un pueblo
donde crecimos, y nos sentimos hijos dialectos de aquellos precursores, que forjaron junto a sus luchas, ideas y costumbres este lugar llamado Huinca Renancó . ciudad del sur cordobés.
Todo es tiempo… todo es historia, y hoy así lo sentimos.-
Sonia Altamirano.
Ecoduende
Que me nazcan volcanes en los ojos
cuando el respeto a la naturaleza sea faltado
Que escupa agua incontenible
y arrastre todo con mi paso
cuando sean talados los árboles.
Que mis labios soplen un calor insoportable
cuando contaminen el aire
y el cemento tape la tierra.
Que me convierta en huracán
para defender a Natura
de tantos ingratos habitantes.
Dura faena ser un duende verde
en un mundo de inhumanos
prontos a morir de sed
ahogados con papel moneda.
Recompensa
Subo.
Tropiezo.
Qué extenso es el camino.
Subo.
El corazón late presuroso.
Debo continuar.
Subo.
La respiración entrecortada.
Sueño con el arribo.
Subo.
Los músculos doloridos.
¿Qué se sentirá al llegar?
Subo.
Pienso en desistir.
Pero deseo hacer cumbre.
Subo.
Ya no tengo fuerzas.
Debo concentrarme en mi meta.
Subo. Subo.
Qué fatigada estoy.
Quiero llegar.
Subo. Subo. Subo.
¡Señor, dame fortaleza!
Qué cerca estoy.
Subo. Subo.
Es el último esfuerzo.
Ya siento la brisa fresca.
Subo.
¡y aquí estoy!
El viento en mi rostro.
Cierro los ojos.
El sol abraza.
Escucho con el corazón.
Vibra el alma.
La vista no alcanza.
El paisaje en azul, verde,
ocre, celeste, dorado.
Un pájaro surcando el cielo.
Soy toda libertad.
El corazón goza la meta alcanzada.
La oración brota del alma
Y la poesía de los labios.
(de: “Antología Poetas del Pueblo” – Taller de escritura Ecos de Palabras” América Madre (AMA). Filial Bialet Massé – Año 2022.)
Poeta
Bialet Massé (Córdoba) Argentina
Jorge W. Abalos
Nació en la ciudad de la Plata. Considerado como uno de los más sobresalientes escritores de América en los últimos tiempos, Jorge W. Abalos, supo ganarse el afecto de quienes lo conocieron, así también sus lectores, a través de su benemérita obra comprendida en el área de la ciencia y la literatura.
Maestro y director de escuelas rurales, científico, investigador; su especialidad dentro del campo de la biología, lo llevó a ocupar cargos de relevancia, tales como Entomólogo del Instituto de Medicina Regional de la Universidad de Tucumán; Director del Instituto de Animales Venenosos de Santiago del Estero; Profesor de Zoología Forestal de Santiago del Estero; Vice Decano de la misma; Director del Centro de Zoología Aplicada de la Facultad de Ciencias Exactas de Córdoba; Titular de la Academia Nacional de Ciencias; becado en varias oportunidades por organismos internacionales.
De su vasta obra literaria, mencionamos los títulos: “Shunko” (traducido en varios idiomas), “Animales, Coplas y Leyendas”, “Norte Pencoso”, “Que sabe usted de víboras”, etc. Tiene además publicados 60 trabajos sobre investigación científica.
Jorge W. Abalos, falleció en octubre de 1979 en la ciudad de Córdoba, donde residía desde hace tiempo.
Publicado en : Revista Literaria “Mapuche” - Año 1 – N° 4 – Junio de 1982
Historias de Argentina
La bombacha de campo
La bombacha de campo que se utiliza en nuestro país, no es oriunda de aquí y tiene una historia muy particular.
En la llamada "Guerra de Crimea" entre 1853-56, se enfrentaron el Imperio Ruso contra la alianza conformada por el Reino Unido, Francia, el Imperio Otomano y el Reino Unido de Piamonte y Cerdeña.
Además de las 450 mil bajas en el bando ruso, hubo casi 200 mil caídos franceses y turcos y alrededor de 22 mil efectivos ingleses muertos. Pero además del saldo trágico de los muertos, la guerra dejó casi 100 mil uniformes "sobrantes" de los turcos.
Acordada la paz, esa indumentaria fue considerada como "rezagos militares" y ofrecida por un diplomático francés para comercializarla en nuestro país, lo cual fue aceptado por el entonces Presidente de la Confederación Justo José de Urquiza.
Se trataba de la "babucha" turca, que por deformación de la palabra se convirtió en la "bombacha" campestre argentina. Antes de la bombacha, el gaucho usaba el chiripá. No obstante lo siguió usando un tiempo más.
Es decir que nuestra bombacha de campo tiene más de 160 años de vigencia aquí. Es una vestimenta práctica y cómoda, tanto para usar con botas como con alpargatas, confeccionadas en tela de algodón y resistentes para el trabajo.
En las fotografías que acompañan esta publicación: a la izquierda un soldado turco vistiendo la "babucha". A la derecha un gaucho con bombacha.
Carlos Leonardo Carabajal
Fuente: Historia del Federalismo Rioplatense
Fuente de la imagen: Más Río Negro (Periódico Virtual): https://www.masrionegro.com/2023/03/28/
Don Quijote de Barba y Gabán
Por un prado, cabalgaba
Don Quijote de barba y gabán
Y a las cabras entonando
Sus canciones de amor y paz
Su caballo rocinante
No tenía rienda ni bozal
Y su amigo Sancho Panza
Proclamaba la guerra parar
Bajo el aspa de un molino
Don Quijote se puso a cantar
Y un fusil quebró de un tiro
La guitarra que solía tocar
La guitarra se hizo río
Y las aguas se hicieron cristal
El fusil murió de frío
Y Don Quijote volvió a cabalgar
Por un prado, cabalgaba
Don Quijote de barba y gabán
Y a las cabras entonando
Sus canciones de amor y paz
Su caballo rocinante
No tenía rienda ni bozal
Y su amigo Sancho Panza
Proclamaba la guerra parar
(del Álbum: Alma y Vida Vol. 2 – 1972)
Es una banda de jazz y rock argentino formada en 1970 en Buenos Aires, integrada por Alberto Hualde, Bernardo Baraj, Carlos Mellino, Carlos Villalba, Juan Barrueco y Mario Salvador. Es considerada una de las bandas más importantes del rock argentino y la primera en realizar rock de fusión con jazz
Leyendas Argentinas
La leyénda del Huitrú (Caldén)
En una pacífica tribu ranquelina mapuche, de las tantas que habitaban LA PAMPA vivía Huitrú, un peñí que correteaba como todos, por esta mapu que le pertenecía.
Era hostil y rebelde y, aunque pequeño, se daba cuenta de las penurias, sufrimientos y persecuciones de las que eran objeto.
Fue creciendo. Se convirtió en un joven fuerte y valeroso, con un solo ideal defender a su raza de las opresiones. Por esta causa fue perseguido y hostigado por sus caiñé.
Un día, al resistirse al saqueo de la toldería, fue capturado y mostrado como trofeo por sus adversarios, llevándolo lejos del lugar.
Esa misma noche, amparándose en la oscuridad reinante, logró escapar para buscar ayuda en otras tribus cercanas.
Cuando sus caiñé notaron que el indómito y bravo joven se había fugado, comenzaron a perseguirlo.
En su huida, Huitrú no se dio cuenta que se internaba cada vez más en el corazón del monte pampeano. En un momento se encontró enredado en unos bajos y enmarañados arbustos, y por más que luchó no pudo desligarse de sus ataduras.
Estaba sediento. Su cuerpo sangraba por las heridas que habían provocado las ramas y las relín. Su mollfun iba filtrándose en el suelo y atándolo cada vez mas.
Al verse perdido se encomendó a su Dios, guitu wuta chao, para que amparara a su raza a costa de su propia vida y, por un designio de éste, se lo vio de pronto convertido en un árbol frondoso, destinado a brindar alimento y sombra a sus peñi y a los animales, que serian los encargados de multiplicarlo por toda La Pampa.
Al amanecer, cuando sus hermanos y sus adversarios aún lo buscaban, sólo hallaron un imponente árbol en medio de estas extensas llanuras. El huitrú tenía las ramas cubiertas de relín, para defenderse de quienes lo quisieran cortar, y su mollfun se había convertido en una larga raíz buscando agua para saciar su sed, en lo más profundo de la mapu y poder aferrarse al hué que lo vio nacer. En el tronco se notaban las heridas sangrantes que el mapuche se hizo al huir.
Así como Huitrú (caldén) arraigado a este suelo, su raza sigue luchando por los derechos en estas tierras, afirmándose con fuerza y valor. Por eso, cuando se destruye un caldén, se mata un antepasado.
Glosario:
Peñí: Hermano
Nollfun: Sangre
Mapu: Tierra.
Revistas
¡Basta ya!
Una revista de cultura
Año 16 / n° 170
Mayo - Junio 2023
52 pág.
Director: Eduardo Alberto Planas.
Colaboradores permanentes:
Jorge Luis Carranza, Alfredo Lemon, Sergio Pravaz, Jorge Torres Roggero, Lily
Chavez.
Registro Propiedad Intelectual Nº 598958.
Hecho el depósito que marca la ley 11. 723
Contacto:eduardoplanas2001@hotmail.com
www.boletinliterariobastaya.blogspot.com - Tel: 351- 6170141.
Esta revista se editó en Córdoba.
Diseño y diagramación: Eduardo A. Planas
Dibujo de tapa: Andrea Kowch. Detroit. Michigan. USA. 1986
Pintora contemporánea que suscribe al estilo del gótico americano de los años
30/40.
Fotografías: de la serie Allí mis pequeños ojos de Guillermo Franco
Rafael Oscar Costa
Cada instante
Porque el tiempo cabalga
en el viento azul de la tarde
y no se detiene.
Porque el sol peregrino
de noches ansiosas,
me sorprende despierto.
Porque el amor
tiene aristas impensadas,
al alcance de unos besos.
Porque tu perfume flota en mi ser,
aún estando solo.
Porque siempre estás aquí
como el viento,
como el sol,
como las noches.
Inagotable, en mi sangre,
en cada latido,
de cada instante
Premio “Cacique Sitón” 2023, otorgado por América Madre (AMA)
Poeta
Argüello (Córdoba) Argentina
Vida y costumbres de los tehuelches
El juego de naipes entre los aonikenk
Entre los conquistadores que arribaron a América estaba muy difundida la pasión del juego, especialmente de la baraja. Así dondequiera se establecieron, con ellos llegaron sus prácticas, de las que muy pronto debieron enterarse los indígenas.
Los naipes tehuelches se confeccionaban sobre cuero seco de guanaco. Con respecto a los diseños que decoran los naipes, se puede distinguir una etapa en que estos imitan las imágenes de los españoles y otra donde los símbolos toman un carácter AONIKENK por la notable similitud entre estos diseños y algunos motivos rupestres (Río Chico 1 y Cueva de las Manos, Río Pintura) y así mismo con las pinturas de los quillangos.
Los motivos se dibujaban con un palos y como pintura se usaba un compuesto de arcilla, sangre, grasa, por tal motivo predominara el rojo amarronado aunque también se empleo el negro.
Libros
Bitácora del tiempo (poesía) , de Cristian Cabaral, Cosquín (Córdoba) Argentina,
295 pág. 14,30 x 20,30 cm. ISBN: en trámite.
Arte de tapa: Cristian Cabral.
Prólogo: Griselda Gálmez
Argentina 2019.
Dice Griselda Gálmez en el prólogo del libro de Cristian:
“ ¿Para qué poner palabras antes de sus palabras? Solo para dejar contento al poeta.
En verdad el no necesita prólogo, porque es un mago del logos. Las palabras son su cortejo y su hábitat, la fuente donde se sumerge una y otra vez, para renacer.
¿Qué hay que el poeta Cristian Cabral, deje sin decir en este libro?. Antonio Machado, en su Poética ,define a la poesía como “la palabra esencial en el tiempo”. Y aquí está la esencia del poeta en su propio tiempo, el de su vida. Bitácora del tiempo, titula a su poemario, este cuaderno de ruta donde fue anotando el rumbo, las maniobras y los accidentes de la navegación.
“y yo, sigo buscándole el sentido a cada instante,
para no perderme
dentro de la muerte”
Dividido en siete partes, a saber: I Infancia. II Los muertos, la muerte. III El amor, el desamor. IV Poesía social. V Octavas, Haikus y otros poemas. VI Canciones, VII Cosquín. Final: Bitácora del tiempo.
I Infancia
Para no perderme
Los días hablaban con voces de lámparas y barro,
de pan y pobreza
La calle era el campo
donde buscábamos la risa
y masticar la arena.
Subíamos hasta el vuelo
más alto de los pájaros
con la soga y la roldana.
Sentíamos el vértigo en el alma …
Sentíamos posible
todo lo imposible de los sueños.
Éramos libres
Hoy los días son lágrimas y golpes,
carbón y cenizas.
Y yo, sigo buscándole el sentido a cada instante,
para no perderme
dentro de la muerte.
pág.17
II Los muertos, la muerte
Escarcha
Andar tras de la escarcha y en su fuego,
subido al escondite de las horas.
Como si las desgracias no existieran
o fuesen solo risas sin angustia,
como si no bastara esta sal inundando nuestros ojos
cuando nos duele el cielo
o la cara mugrienta de la noche.
Andar tras de la escarcha y en su fuego,
teniendo la certeza
de que morir
es trascender su quemadura.
pág. 30
V Octavas, Haikus y otros poemas
Naufragio
La madrugada insomne despabila
la sangre adormecida y fulgurante,
y recorre este sueño vigilante
que se quedó clavado en mis pupilas.
En su reloj oscuro se perfila
un vagón de fantasmas delirantes;
dirigen sin saber mi vida errante
con paso despiadado que aniquila.
No quedará más nada de aquel plagio
en esta soledad que me rodea
sumergido en el mar de los adagios.
Solo seré la luz de algún presagio,
la vaga sensación de alguna idea,
los restos esparcidos del naufragio.
pág. 125
Final: Bitácora del tiempo
Bitácora del tiempo
El tiempo es un espejo.
Allí se encuentra reflejada mi vida,
(que es la tuya)
y canta su paso firme hacia el destino
No hay nada que pueda detener su marcha,
ni idioma que coincida con su lenguaje áspero y
sencillo.
Tus oídos no escuchan el final
que se aproxima inexorable hasta tus ojos,
pero quedará registrada tu huella entre las horas.
La Caja negra del olvido
guarda tu paso por el mundo
y una luz al final de la bitácora del tiempo
te llevará
a un nuevo comienzo.
pág. 285
Cristian Cabral. Poeta
Cosquìn (Còrdoba). Argentina.
Roberto Romeo Di Vita
El jinete
“Se nos perdió en la cañada y no pudimos seguirle el galope”
Dijo el oficial de la guardia.
“Pasó como si volara”
Afirmó la María.
‘! Nunca van lo van a detener!”.
Exclamó Pedro, el hachero.
“El caballo lo guía y el jinete se deja llevar”
Comentaron los mineros del salitral
“Su caballo no es de fuego, pero tiene como una luz al andar”
Aseveró, el maestro.
“Yo no sé si es él o su montura, si es él o las cinco punta de esa estrella que lo antecede, pero se va cuando está por volver; siempre vuelve el jinete y su estrella”
Escribieron en una sola persona los estudiantes del pueblo.
¿De donde vendrá el jinete que desató tanto alboroto? ¿Quién es el hombre parecido?
Dicen que lo estaban buscando.
¿Puede que sea un guerrero?
O tal vez. Alguien que pasó por la casa grande desde hace mucho tiempo.
Si a los pocos meses se le puede decir, espacio, dimensión, muchos años.
“! Usted sabe como es la idea de tiempo que tienen los lugareños!”
A los años que suceden les dicen días, y a los días años.
Dicen que hablaba con una voz clara y decía cosas.
Dicen que decía cosas.
Palabras que tal vez no las llevara el viento.
Palabras muy peligrosas.
¿De dónde será ese jinete?
Nadie daba un indicio.
Pero era bello o muy hermosa. ¿Vaya uno a saber?
La Juana, dicen de la Juana...
¡Que rumbo tomaron las cosas con este jinete y su galope! ¿No?
Del Pedro, dicen del Pedro...
De la Juana, que le ofrecía el calor de sus senos y la curva de su vientre.
El Pedro le dio su pecho y sus brazos fuertes y sus besos y el remanso de sus caricias y el canto que siempre canta a las mujeres y las enamora.
¿Era Pedro el que cantaba?
¿Era la Juana la que ofrecía amor?
Aún hablan de este jinete libertario.
Dicen que decía cosas...
(Fragmento de la novela “Emboscadas, amores y Patria”)
Poeta, narrador
San Martín (Buenos Aires)
Publicó: Once y uno (cuentos); La pasajera de la ciudad (novela); Mayo en la sangre (cuentos históricos); América en el corazón (cuentos históricos); Áspero quiero que mi verso sea….(poesía); 8 disparos, (poemas)
Amanda Morel
La invención de Morel
Soy Amanda
la que por amor
aún ama, y aún anda.
Soy Morel
por decisión que quien
ignorando los decires de Bioy Casares
trasegó las fronteras
abandonó arcas repletas de monedas
se vistió de exilio
y cabalgando los vientos del amor
solo para él
me inventó
Deseo
Cuando desde dentro
seamos liberados de la ciénaga
y el amor
-como mano de madre-
limpie nuestras vestiduras
nos sabremos
los únicos dueños
del virginal nacimiento.
Despedida
Late
en la ribera del río
la última luna
de agónico verano.
En círculos centellantes
tus ojos pintan esmeraldas.
Y el llanto
-almohada cálida
de esta grisado y húmedo final-
acuna sombras
desdibuja tu partir.
Todo se hace espuma
blancazul espuma
lilada espuma
violeta espuma.
El sueño
-concavidad de paz y silencio-
me vuelve piedra.
Poeta y escritora
Santa Rosa de Calamuchita (Córdoba) Argentina
1937- 2023.
Publicó: Color de lágrima; La paridora; “Limpidez del cántaro:
Leopoldo Marechal
Canción
El Río de tu sueño cantará el abecedario del agua.
Tendrá árboles, como llamas verdes
chisporroteando alondras;
y altos bambúes cazarán el girasol de las lunas
en el Río de tu Sueño que sólo tú remontas …
El alba será un loto que perfuma
la muerte de tus noches;
de picotear estrellas estarán ebrios tus pájaros-moscas.
Habrá remansos y un polen que hace dormir el viento
en el río de tu Sueño que tú remontas.
Con mi remo al hombro he visto zarpar cien días:
Mis hermanos pelarán la fruta del mundo, la más roja …
Con mi remo inútil, a lo largo de mis noches,
busco el Río de tu Sueño que sólo tú remontas …
Del árbol
Hay en la casa un Árbol
que no planto la madre ni riegan los abuelos:
solo es visible al niño, al poeta y al perro.
Su primavera no es la que fundan las rosas:
no es la vaca encendida ni el huevo de paloma.
Su otoño no es el tiempo que trae desde el mar
caballos irascibles, por tierras de azafrán.
Al Árbol suben otras primaveras e inviernos:
el enigma es del niño, del poeta y del perro.
Cuando la primavera sube al Árbol-sin-nombre,
vestidos de cordura florecen los varones;
y Amor, en pie de guerra, se desliza
de pronto a la sabrosa soledad de las hijas.
Entonces el sabor de algún cielo perdido
desciende con el llanto de los recien nacidos.
Pero cuando el invierno lo desnuda y oprime,
sobre los techos llueven sus hojas invisibles,
y, horizontal, cruza las altas puertas
alguien que por el cielo desaprendio la tierra.
Hay en la casa un Árbol que los grandes no vieron:
el enigma es del niño, del poeta y del perro.
Del adiós a la guerra
¡No ya guerra de brillantes ojos,
La que aventando plumas y corceles
Dejó un escalofrío de broqueles
En los frutales mediodías rojos!
Si el orgullo velaba sus despojos
Y el corazón dormía entre laureles,
¡Mal pude, Amor, llegarme a tus canceles,
Tocar aldabas y abolir cerrojos!
¡Armaduras de sol, carros triunfales,
Otros dirán la guerra y sus metales!
Yo he desertado y cruzo la frontera
Detrás de mi señora pensativa,
Porque, a la sombra de la verde oliva,
Su bandera de amor es mi bandera.
Poeta, dramaturgo, novelista y ensayista
1900 (Buenos Aires) – 1970 (Buenos Aires)
Publicó: Adán Buenosayres; El banquete de Severo Arcángelo; Megafón o la guerra; y los poemarios Laberinto de amor , Cinco poemas australes , El centauro y Sonetos a Sophia ; Descenso y ascenso del alma por la belleza , Cuaderno de navegación.
Nos vemos en el próximo número 104 - Primavera 2023
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